Cuida tu espalda
• Realiza pequeñas pausas periódicas para contrarrestar las posturas estáticas y la tensión muscular.
• Durante las pausas, aprovecha para dar algunos pasos, mueve suavemente el cuello, mira por la ventana.
• Recuerda: a pesar de que podamos determinar posturas más adecuadas que otras, lo idóneo es cambiar. Varía de postura con frecuencia.
• Solicita fisioterapia si tienes problemas musculoesqueléticos.
• Solicita cursos de formación en salud laboral.
Cuida tu vista
• Ajusta el tamaño de los caracteres de los textos en la pantalla: es importante que te resulte cómoda su lectura.
• Realiza pequeñas pausas periódicas y, si te resulta posible, alterna este trabajo con otro tipo de tareas que te exijan menor esfuerzo visual.
• Parpadea a menudo.
• De vez en cuando, destina unos instantes de tu tiempo a contemplar alguna escena lejana: te relajará y, además, tus ojos descansarán.
• Si tienes que utilizar gafas, se recomiendan las lentes unifocales y evitar vidrios coloreados.
• Vigila tu salud visual.
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